India
2013, Capítulo 19: La Universidad de Varanasi
Amén de ser la capital religiosa de India, Varanasi
es un centro cultural orientado al aprendizaje. Para comprobarlo, con un dejo
de nostalgia dejamos el centro de la ciudad para ir a conocer la Banaras Hindu
University, también conocida como la “Oxford de Asia”.
Después de un corto recorrido en auto, arribamos a
las puertas de esta gran institución educativa residencial fundada en 1916. La universidad
está organizada en 4 institutos, 14 facultades y más de 140 departamentos;
además cuenta con una enorme biblioteca, un hospital, diversos comedores y 60
edificios destinados a hospedar a los estudiantes. Tiene una matrícula de
20,000 estudiantes originarios de más de 34 naciones. Cuenta con dos campus: el
principal cubre más de 5.3 kilómetros cuadrados y el del sur, llamado “Rajiv
Gandhi”, abarca 11 kilómetros cuadrados. Varias de sus facultades están
ranqueadas entre las mejores de India y, por ende, de Asia. Por dar un ejemplo,
nuestro guía nos contó que uno de los equipos de la facultad de ciencias participó
en el reciente descubrimiento del bosón de Higgs, también llamado “partícula de
Dios”.
Dentro de la universidad tuvimos la oportunidad de
visitar por primera vez el interior de un templo hindú y de dejar una ofrenda
de flores en la estatua de una vaca… seguro se acordarán que es el “aventón”
preferido de Shiva.
Una vez que estuvimos suficientemente impresionadas,
salimos del campus para visitar Bharat Mata un templo bastante curioso que
alberga una estatua de la Diosa Madre India y un enorme mapa en relieve que
muestra al país en todo su detalle geográfico. Este lugar fue inaugurado por
Mahatma Gandhi en 1936.
Por último, fuimos a visitar la fábrica de la familia Metha. Los Metha son de las pocas familias que aún fabrican saris de seda, al más puro estilo tradicional. El sari es usado por millones de mujeres en India: es un largo lienzo de tela ligero que se enrolla alrededor del cuerpo como vestido… parece muy cómodo pero yo no me imagino utilizándolo en México.
Lo que más me llamó la atención fue un telar muy
antiguo que sólo uno de los tejedores sabía utilizar y justamente fabricaba
textiles de seda. El resto eran más modernos y para los patrones de los dibujos
utilizan tarjetas agujeradas como las que alguna vez usaron los programadores
de computadoras… nunca había visto algo igual. La calidad de los trabajos en saris, manteles,
caminos de mesa, alfombras y demás es espectacular y fue un cierre con broche
de oro (literalmente) para nuestra visita a Varanasi pues al día siguiente
partimos hacia nuestra última escala en territorio Indio: Mumbai.
Antes de irnos, nos despedimos haciendo honor a una tradición nuestra de cada viaje: una foto donde siempre plasmamos un letrero con el año en curso y el destino, enmarcado por nuestros pies.
Próximo capítulo: Mumbai, la capital corporativa de
India
Gracias!!
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