viernes, febrero 21, 2014

Sabiduría es saber que no soy nada. Amor es saber que lo soy todo. Y es entre ambos que mi vida fluye. ~Sri Nisargadatta Maharaj


India 2013, Capítulo 12:  La maravillosa ciudad de Jaipur    

Después de desayunar, partimos en compañía del buen Sono hacia Jaipur, a tres horas de distancia. Una vez que llegamos al hotel, nos registramos, dejamos el equipaje en la habitación y nos encontramos con nuestro guía local, Parvindra. Aunque su nombre me parecía femenino, resultó ser un hombre de unos 50 y tantos años de verdad agradable en su trato y su charla. Nos contó que había sido el equivalente a lo que nosotros conocemos como delegado de uno de los municipios de Jaipur. Además, que se había casado a los 21 años con una chica de 17 años a la que no conoció sino hasta el día de su boda. Esto sonará extraño para nuestro mundo occidental, sin embargo, la manera en que él nos describió el cómo se llevan a cabo estos famosos matrimonios arreglados en los que las familias buscan al cónyuge más adecuado para su hijo(a) y consultan los horóscopos de los contendientes para asegurar que sean compatibles y el hecho de que India es uno de los países con menos porcentaje de divorcios, no deja mucho lugar a duda de que a lo mejor ellos sí tienen la clave del éxito. Por lo menos, Parvindra sigue casado y enamorado de su esposa con quien tiene dos hijos varones y con quien, hace algunos años, siempre deseoso de tener una hija, adoptó a una niña cuya familia desafortunadamente es demasiado pobre para solventar su educación y gastos. Realmente disfrutamos mucho escuchando sus historias que dieron color a las explicaciones más de fondo cultural que también nos brindó durante el día. Muy orgulloso de su ciudad natal, nos prometió un día largo, lleno de asombrosas atracciones que la capital del estado de Rajastán ofrece.

En primer lugar, nos platicó que Jaipur (conocida como “la ciudad rosa” pues todos los edificios históricos están pintados de un color rosa salmón que en Rajastán equivale al color de la suerte)  es un modelo como ciudad pre-moderna en cuanto a la regulación de sus calles. Jai Singh II, su fundador y gran aficionado a las ciencias y sobre todo a la astronomía, mandó construir un gran observatorio en la ciudad. La ciudad es simétrica, con trazado geométrico muy racional. Está rodeada de una muralla almenada que tiene diez puertas. Diseñada según el Shilpa Sastra (un tratado antiguo de arquitectura), se divide en nueve cuadrantes con calles anchas de más de 30 mts; de esos nueve cuadrantes dos están dedicados al complejo palaciego con el Chandra Mahal o Palacio de la ciudad, el Hava Mahal o Palacio de los Vientos y el Jantar Mantar u observatorio de Jai Singh; los otros siete están ocupados por el pueblo.
De camino pasamos por el Museo Albert Hall, un hermoso edificio que contiene diversas colecciones de esculturas y pinturas. Casi llegando al centro, nos estacionamos para ver de cerca el famoso Hava Mahal construido en 1799. Formaba parte del Palacio de la ciudad. Servía como extensión de la zenana o cámara de las mujeres destinada al harén. Su función original era la de permitir a las mujeres reales observar la vida cotidiana de las calles de la ciudad sin ser vistas. Tiene cinco pisos, los dos superiores un poco más estrechos lo que le confiere una cierta forma piramidal. La fachada que da a la calle tiene un total de 953 ventanas pequeñas. El viento que circulaba a través de ellas le dio el apodo de Palacio de los Vientos ya que permitía que el recinto se mantuviera fresco incluso en verano. La estructura exterior del palacio recuerda a la cola de un pavo real, animal de gran simbolismo en la India. No existen escaleras que lleven a los pisos superiores a los que se accede mediante rampas.

La siguiente parada fue el Jantar Mantar: uno de los cinco observatorios astronómicos construidos en la India por el maharajá Jai Singh en 1728, inscrito desde 2010 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Consiste en una asombrosa colección de monumentos escultóricos, cuyas formas permitían el estudio de la evolución de las sombras producidas por el sol. El más impresionante es una estructura de 27 mts. de alto y la sombra se mueve a una razón de 4 metros por hora. Confieso que sus interesantísimas estructuras tienen facha de parque de diversiones; disfrutamos enormemente recorrerlo y admirar al maharajá por su gran conocimiento sobre la astronomía y la astrología, amén de su audacia para edificar este observatorio que, aún hoy, tiene un dejo futurista.

Dejamos el observatorio para caminar hacia el Palacio de Jaipur, que incluye a los palacios Chandra Mahal y Mubarak Mahal junto con otras construcciones. Fue la sede del Maharaja de Jaipur, el jefe del clan Kachwaha Rajput.

En una parte del palacio Chandra Mahal en la actualidad se encuentra un museo con vestimentas oficiales y efectos personales de la casa reinante donde por cierto está el traje de polo con el que estaba vestido el Maharajá Jai Singh cuando murió, pero la mayor parte del palacio todavía es una residencia real. El complejo del palacio, que se encuentra ubicado al noreste del centro de la ciudad de Jaipur, incorpora una gran cantidad de patios, jardines y edificaciones. El palacio fue construido entre 1729 y 1732, inicialmente por Sawai Jai Singh II, el gobernador de Amber. Sawai planificó y construyó los muros externos, y otros gobernadores que le sucedieron fueron incorporando edificaciones inclusive hasta el siglo XX.
En el palacio vimos varios puntos de interés entre los que más recuerdo: cuatro ornamentadas puertas representando las cuatro estaciones, dos gigantescos jarrones de plata en los que uno de los maharajás portaba agua del Ganges para su uso durante sus estadías en Inglaterra, un gran comedor donde se recibían a los diplomáticos y que mostraba en hermosos cuadros al óleo los distintos festivales de India,  y un cuadro con espadas acomodadas en círculo para representar al sol.

Dentro del complejo palaciego visitamos un corredor dedicado a artesanos locales. Jaipur es reconocida como un centro de artesanía india. Tuvimos la oportunidad de ver a un pintor que usa brocha de un solo pelo de chipmunk para hacer dibujos fantásticos a través de una técnica increíblemente detallada.
Gracias a Parvindra, descubrimos al personaje que fue la esposa del maharajá Sawai Man Singh II. Gayatri Devi, nacida como princesa india en Londres, contrajo matrimonio con el maharajá de Jaipur en 1940, con quien tuvo un hijo. Convertida en maharaní y en personaje de la vida social internacional, fue incluida en la revista Vogue entre las diez mujeres más hermosas del mundo. En general, llevaban el modo de vida extravagante que caracterizaba a la realeza india, sin embargo, con los años manifestó inquietudes sociales, poco comunes en una maharaní. Preocupada por la situación de la mujer en su país, promovió la construcción de escuelas para niñas. La más importante fue la Escuela pública de niñas Maharani Gayatri Devi, que obtuvo con los años, una importante proyección internacional. Otro de sus múltiples legados fue el impulso que dio a la elaboración artesanal de cerámica azul de Jaipur. 

En los años 1960, Gayatri Devi entró en política, en la que consiguió una histórica victoria en las elecciones generales de 1962 (inclusive está registrada en Guiness como récord). La incomoda oposición de su partido al Partido del Congreso en el gobierno, enfureció a Indira Gandhi, quien en 1971, como represalia, suprimió las prerrogativas y privilegios económicos de la realeza, rompiendo los tratados acordados en 1947. Gayatri Devi fue acusada de infringir las leyes fiscales, y cumplió cinco meses de condena en la cárcel Tihar, al igual que otros políticos de la oposición y otros miembros de la realeza india. Este hecho produjo las quejas de varias potencias occidentales, y finalmente fue liberada, bajo fianza. Tras esta experiencia, se retiró de la política y publicó en 1976 su autobiografía, “Recuerdos de una princesa”, escrita con Santha Rama Rau, y editada por su amiga Jacqueline Kennedy Onassis. No tienen ni que preguntar si nos trajimos el libro... sin duda, ¡fueuna mujer maravillosa cuya historia vale la pena conocer a fondo!
Próximo capítulo: Paseo en elefante

 

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