martes, abril 15, 2014

En número los parsis no son relevantes, pero en contribución son incomparables. ~Mahatma Gandhi

India 2013, Capítulo 21: Las Cuevas Elephanta, los parsis y el adiós a Gandhi

Gate of India
Preparadas para nuestro último día en India, nos encontramos con Chitra para ir caminando hasta el muelle donde está la Puerta de la India (Gateway of India) para tomar un barquito a la Isla de Elephanta. La Puerta de la India es un monumento estilo arco del triunfo construido para conmemorar la visita que hicieron el Rey Jorge V y su esposa María en 1911. La idea era que fuera un lugar de bienvenida para los viajeros que llegaban a Bombay en barco. Irónicamente, este fue el lugar elegido por los británicos para dar el adiós definitivo a la India ya que las últimas tropas imperiales abandonaron definitivamente el país justo desde ahí después de su independencia en 1948.
Una vez embarcadas, pudimos disfrutar de una travesía de aproximadamente una hora admirando la bahía, hasta atracar en Elephanta. Los portugueses, quienes se instalaron en Bombay antes que los ingleses bautizaron así a la isla en alusión a unas piedras en forma de elefantes que adornaban el puerto de entrada pero que ahora residen en un museo. Cabe mencionar que la ciudad acabó siendo cedida al Reino Unido como parte del pacto matrimonial entre el rey Carlos II de Inglaterra y la infanta doña Catarina de Braganza.
Las cuevas de Elephanta
Lo interesante de Elephanta son sus cuevas pues atraen más visitantes que la misma ciudad de Mumbai y están en la lista de la Unesco del Patrimonio de la Humanidad. Para llegar a ellas, hay que tomar un pequeño tren y luego subir una larga escalinata. Lo malo no es que sea difícil ascender, sino que el calor húmedo lo hace bastante incómodo. Lo bueno es que una vez que llegas, te das cuenta de que el viaje valió la pena. El complejo es una enorme colección escultórica de deidades hinduistas donde se puede encontrar a Brahma, a Vishnu y a Shiva. Hay una estatua específica al final del recorrido que realmente sorprende pues ni siquiera la notas hasta que la tienes enfrente y la luz externa le da un toque preciso que te hace apreciarla en todo su esplendor.

Bahía de Mumbai
De regreso en Mumbai, nos detuvimos en nuestro hotel –donde descubrimos que se han hospedado un sinnúmero de celebridades que incluyen, entre otros, a los Beatles, Mick Jagger, el Príncipe de Gales, Bill Clinton y Oprah Winfrey - para refrescarnos y emprender nuevamente el camino para visitar lo que nos faltaba ver de la ciudad. Nos rendimos a la comida occidental y elegimos una sucursal de Le Pain Quotidien para almorzar.
Una vez con el estómago lleno, fuimos nuevamente en auto a visitar un mirador que se encuentra en el parque para niños Kamala Nehru –llamado así en honor a la esposa del primer Primer Ministro de India Jawaharlal Nehru- ubicado en lo más alto de la Colina Malabar. Desde ahí contemplamos un rato la bahía de Mumbai demarcada por su carretera semi-circular de concreto de 4 kilómetros llamada Marine Drive pero mejor conocida como el Collar de la Reina porque de noche las luces figuran las blancas perlas de un collar.

Jardines Suspendidos, Colina Malabar
Después del Mirador, nos dirigimos a los Jardines Suspendidos de la Colina Malabar. Estos jardines son una serie de terrazas que proveen un lugar desde donde visualizar el Mar Arábigo. Pero ese no es su verdadero propósito: en realidad fueron construidos sobre la principal reserva de agua de Mumbai para salvarla del efecto contaminador de las Torres del Silencio.
¿Qué son las Torres del Silencio? fue nuestra siguiente pregunta. Pues ahí les va la respuesta de Chitra, que estoy segura los asombrará tanto como a mí: son edificios funerarios de la religión zoroástrica, ubicados principalmente en Bombay, pertenecientes a los parsis. Los parsis descienden de los persas que emigraron a la India en el siglo VII para escapar a la persecución religiosa. Hoy en día hay aproximadamente 100,000 parsis en el mundo… digamos que son una especie en extinción pues sus muertes ya son más que sus nacimientos.
Su filosofía es creer que los humanos son responsables de su situación, y deben actuar para cambiarla. La recompensa, el castigo, la felicidad dependen de cómo las personas vivan su vida. El bien transpira de aquellos que actúan correctamente, y los que actúan mal se dirigen hacia su ruina moral. La moral zoroastrista se resume en la frase buenos pensamientos, buenas palabras, buenos actos. Sus preceptos principales son:
  • Igualdad: igualdad de todos, al margen de diferencias de sexo, raza o religión.
  • Respeto a todas las formas vivientes. Condena de la opresión del ser humano, y de la crueldad y sacrificio de animales.
  • Ecologismo: la naturaleza es central en la práctica del zoroastrianismo y muchos importantes festivales son celebrados en la naturaleza: el día de año nuevo, el primer día de primavera, el festival de agua en verano, el festival de otoño al final de la estación y el festival de fuego de la mitad de invierno.
  • Trabajo duro y caridad.
  • Lealtad y fidelidad a la familia, la comunidad y el país.
Consideran al cadáver humano como un elemento impuro, por lo que está prohibido permitir que éstos contaminen a los elementos clásicos de tierra, fuego y agua. Por esta razón los cuerpos son llevados a las torres del silencio, donde su carne es consumida por los buitres. Una vez que los huesos toman el color blanco, por la intervención del sol y del viento, son arrojados al osario ubicado en la parte central del edificio.

A que eso no se lo esperaban, ¿eh? Y ahí les va otro dato: Freddie Mercury (sí, el cantante de Queen), Zubin Metha (director de orquesta) y Ratan Naval Tata (magnate indio presidente de Tata Group) son parsis famosos. 
Después de ese descubrimiento -"a la cama no te irás sin saber algo más” dice mi amigo Nacho,- la siguiente parada fue una breve visita al Museo Príncipe de Gales de India Occidental donde pudimos observar su edificación de estilo indio-sarraceno con elementos de todas las arquitecturas que disfrutamos durante nuestro viaje. En su interior pudimos ver los objetos exhibidos en sus salas de arte, arqueología e historia natural.
Por último, nos subimos nuevamente al auto para acudir a la última escala del día… y del viaje: La Casa-Museo de Gandhi en Mumbai. Mani Bhavan, una casa mediana localizada en el centro de Mumbai, es considerada el punto focal de las actividades políticas de Gandhi entre 1917 y 1934. En la entrada de la residencia, se encuentra una placa que señala el lugar donde arrestaron a Gandhi, en enero de 1932.
Habitación-Oficina de Gandhi
Hoy en día está habilitada como museo biográfico, biblioteca y centro de investigación. Se exhiben en su interior fotografías, documentos, objetos personales y la antigua rueca de Gandhi, que se considera un símbolo de la lucha por la independencia, un retorno a las raíces y la posibilidad de autoempleo para la gente pobre. Entre los documentos se encuentran cartas que este escribió y recibió de famosos contemporáneos como Churchill, Einstein, Tolstoi, Hitler y Roosevelt.

En las paredes que rodean la escalera hay fotos que le registran desde su niñez hasta el día de su asesinato. En el segundo piso se encuentra la oficina y habitación de Gandhi que se puede ver a través de un cristal preservado tal cual lo dejó: dos ruecas (asociadas ahora con la bandera de India), una cama de piso y un libro. Asimismo, la casa contiene una biblioteca con más de 50,000 ejemplares acerca de ciencias sociales, paz y filosofía. En la biblioteca existe un busto de Gandhi donde los visitantes acostumbran dejar ofrendas de flores.  
Una vez que me despedí de Gandhi, atravesamos la ciudad para observar las luces de festejo del Diwali. Llegando al hotel nos metimos a la tienda para adquirir los últimos libros y ver con asombro que India filmó dos miniseries nuevas con lo último en efectos especiales sobre el Mahabarata y el Ramayana... ¡ojalá entendiera yo el hindi!

Cenamos en otro de los restaurantes del hotel y una vez en nuestra habitación y con maletas hechas, nos dispusimos a ver una interminable película Bollywood, a preparar el adiós a India y reflexionar sobre lo mucho que aprendimos en esta mística e inolvidable tierra.

Próximo capítulo: Hello London!

2 comentarios:

  1. Increíble relato!!!

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  2. Yo también quiero entender hindi para poder disfrutar de las miniseries. Recuerdo con gran nostalgia mis clases de literatura sobre el Majabarata y el Ramayana. Gracias por recordármelas

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