jueves, noviembre 05, 2015

Nuestros sentidos nos permiten percibir sólo una pequeña porción del mundo exterior. ~Nikola Tesla




Croacia y Rumanía 2015, Capítulo 2: Inicia la aventura croata



Adquiridas las ligeras pero calientitas chamarras recomendadas por nuestra genial agente de viajes como último artículo de equipaje, y habiendo dejado a todas las mascotas en manos de gente de confianza, fue como el sábado 17 de octubre llegamos a bordo de un Uber a la terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para subir al primer vuelo de Lufthansa con destino a Frankfurt. Este trayecto nos llevaría alrededor de 10 horas y media. De ahí, tomaríamos otro vuelo de dos horas a Zagreb, la capital de Croacia.

Y aprovechando que, aunque cansados, fueron vuelos tranquilos y sin novedades, dedico este capítulo para compartir una breve introducción a Croacia, antes de “aterrizar”:
Para comenzar he de aclarar que, aún cuando está comprobado que los croatas (de origen desconocido a la fecha) arribaron a la zona a principios del siglo VII, lo que hoy conocemos como la moderna Croacia es en realidad una nación muy joven a quien le ha costado sangre construir su presente.
Su destino ha estado ligado al de poderosos imperios. Primero, porque una porción de su territorio fue parte del Imperio Romano en la antigüedad; luego, al formar el Reino Croata una unión con Hungría en 1102. Después, amenazados por la expansión del imperio otomano y la lucha de Venecia por ganar territorio en las costas del mar Adriático, al elegir en 1527 a Fernando I de Habsburgo como sucesor del trono croata bajo la condición de proveer protección en contra del Imperio otomano y respetar sus derechos políticos.
En 1918, tras la Primera Guerra Mundial, al formar parte del efímero Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, el cual se había separado de Austria–Hungría, y que posteriormente se transformó en el Reino de Yugoslavia.
Durante la Segunda Guerra Mundial se fundó un Estado títere de la Alemania Nazi. Luego de la guerra, Croacia fue un miembro fundador y elemento federal de la Segunda Yugoslavia, un Estado socialista que comprendía Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Serbia, Macedonia y Montenegro bajo el liderazgo del famoso Mariscal Tito. Al morir éste en 1980, las tensiones étnicas entre las fracciones de Yugoslavia se desataron.
Derivado de esta situación, en junio de 1991 Croacia declaró su independencia, la cual no fue reconocida sino hasta enero de 1992. La guerra croata de Independencia tuvo lugar en los cuatro años sucesivos a la declaración, terminando el 1995 después de la brutal guerra sobre la que estoy segura muchos registramos haber leído terribles noticias –les recomiendo ver la impactante película británica de 1997 “Bienvenidos a Sarajevo."
Afortunadamente, las cosas han cambiado para Croacia ya que hoy en día es una república parlamentaria, miembro de la Unión Europea desde julio de 2013. Tiene una extensión territorial de 56 594 km² —esta cifra incluye las más de mil islas que se ubican frente a la costa del mar Adriático— y cuenta con un clima variado, en su mayor parte continental y mediterráneo. Su población asciende aproximadamente 4.5 millones de habitantes, la mayor parte de ellos croatas de religión católica.
La economía croata está dominada por el sector servicios, seguido por la industria y la agricultura. El turismo es una fuente de ingresos importante durante el verano, ya que el país se encuentra dentro de los veinte destinos turísticos más visitados en el mundo ~que conste que el otoño no está nada mal para visitarla. Desde el 2000, los croatas han invertido fuertemente en infraestructura, especialmente en caminos y medios de transporte y se nota muchísimo.
Datos curiosos: Marco Polo y Nikola Tesla nacieron en lo que hoy es Croacia; Game of Thrones graba escenas en las ciudades de Split y Dubrovnik; su moneda es la “kuna” y hace referencia al animal conocido como marta (el nombre se escogió porque hace referencia al uso de las pieles de marta como unidades de cambio en la época medieval); los croatas son los precursores de la hoy tan usada corbata…
Próximo capítulo: ¡Dobar dan!





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