Croacia y Rumanía 2015, Capítulo 4: Bok Zagreb
A pesar de
las predicciones pesimistas de Alex e Ivana sobre el tráfico que encontraríamos
de regreso a Zagreb y del poco tiempo que tendríamos para ver lo más relevante
de la capital pues habría que salir hacia Plitvice a más tardar a las 12:00 pm,
tuvimos la enorme fortuna de que el regreso fuera bastante rápido.
Quiero
mencionar que las carreteras y puentes de Croacia están en muy buen estado así
que eso ayuda mucho a que no se pierda tiempo en los traslados… amén de que el
buen Alex le pisaba bastante al acelerador lo cual se notaba sólo si me asomaba
al velocímetro porque él manejaba híper bien. En la vuelta a Zagreb agregamos dos
palabras más a nuestro inicipiente vocabulario: “Izlaz” en croata significa “Salida”
y “Bok” que es un saludo mucho más informal (tipo “hola” en español).
En lo que sí
no tuvimos tanta suerte en este primer día de visitas fue en el clima. Llovió,
llovió y llovió en Zagreb… pero bueno, el clima es algo que no se puede
controlar. La verdad fue una lástima que, a pesar de que llegamos a buena hora,
estuvimos poco tiempo. Nos hubiera encantado quedarnos por lo menos otro medio
día, a pesar de que el día anterior deambulamos un poquito cerca del hotel para
buscar dónde cenar.
En fin, la
visita con Ivana fue bastante detallada y entretenida. Zagreb (que, contrario
a lo que yo pensaba se pronuncia como si tuviera acento en la “a”) es la ciudad
más grande de Croacia; es sede del gobierno y de casi todos los ministerios -secretarías,
diríamos en México. Está estratégicamente ubicada para conectar a Europa
Central con el mar Adriático y su población actual asciende a poco más de un
millón de habitantes.
El área fue
habitada desde el neolítico; sin embargo, utilizando como base una maqueta de
la ciudad, Ivana nos explicó que el casco antiguo se conforma de dos partes:
Kaptol y Gradec. Hasta antes de 1851, estas eran dos comunidades separadas y
muy competitivas; en ese año las dos localidades se convirtieron en una sola,
surgiendo Zagreb. Kaptol es donde se encuentra el poder religioso y Gradec,
donde está el poder estatal. Por supuesto, la ciudad se extiende más allá en lo
que los croatas denominan “Nuevo Zagreb”. En cuanto a transporte público, se
cuenta con tranvías, autobuses urbanos y hasta un funicular.
Culturalmente
hablando, la ciudad se distingue por contar con más de 20 museos –entre ellos
dos modernos denominados “Museo de las Relaciones Rotas” y “Museo de la Ilusión”,-
20 teatros, varios parques, iglesias, plazas, galerías de arte, y por organizar
multitud de eventos con muestras artísticas, de diseño y moda a lo largo del
año. Además, es un centro económico muy importante para el país.
Después
fuimos a visitar la Catedral en cuyo interior se encuentran las reliquias del
Cardenal Stepinac, quien fue arzobispo de Zagreb y a quien Juan Pablo II
declaró beato mártir en 1998 porque “por su firme conciencia cristiana, supo
resistir a todo totalitarismo, haciéndose defensor de los judíos, los ortodoxos
y todos los perseguidos en el tiempo de la dictadura nazi y fascista, y
después, en el período del comunismo, «abogado» de sus fieles, especialmente de
tantos sacerdotes perseguidos y asesinados.” Nuestro amigo el escultor Ivan
Meštrović le dedicó una estatua que se encuentra también dentro de la catedral.
Otro punto
relevante es la tabla del alfabeto glagolítico: el más antiguo de los alfabetos
eslavos que se conocen. Fue creado por los santos Cirilo y Metodio alrededor de
862-863 para traducir la Biblia y otros textos a las lenguas eslavas. Hoy en
día, los rusos siguen usando el alfabeto cirílico, llamado así obviamente por su
autor, San Cirilo.
Próximo capítulo:
Cuesta arriba en Zagreb