domingo, octubre 04, 2015

Si aspiráis a las alturas, usad vuestras propias piernas. ~Friedrich Nietzche


China 2012, Capítulo 18: De China continental a Hong Kong


Después de desayunar nos llevaron al aeropuerto para tomar el vuelo interno a Guangzhou, la principal ciudad industrial así como uno de los puertos comerciales más importantes del sur de China.

Honestamente, pensamos que esta ciudad sería una simple escala técnica para tomar el ferry que nos llevaría al muelle “China Hong Kong City” de Hong Kong: nuestro último destino en este país. Sin embargo, resultó una escala de lo más divertida e interesante.

Al llegar al aeropuerto nos recibió una chica bastante joven que se presentó como Victoria y nos dijo que nos acompañaría las horas de estancia en Guangzhou y ella nos llevaría personalmente al muelle, a tiempo para embarcar en el transbordador. Después de algunas frases, descubrimos que su inglés de acento británico era maravilloso y su español, no tanto. Tratamos de convencerla de que podíamos conversar perfectamente en cualquiera de los dos pero nos confesó que, en teoría, tenía que comunicarse en español pues su agencia la había contratado para guiarnos en ese idioma y, como hay menos guías en China que lo manejen pues por supuesto el pago era más alto. A lo largo del día mezclamos ambos y nos entendimos de lo mejor con ella así que no nos quejamos.

Primero nos llevaron a tomar un almuerzo que, como ya era costumbre, parecía ser servido para un batallón de chinos y no sólo para dos personas. Por supuesto, una vez que supe que Guangzhou es el nombre chino de Cantón, entendí que ahí es donde nació la famosa cocina cantonesa: la más reconocida mundialmente de las cocinas regionales de China. Probamos todos los platillos, entre ellos un caldo de elote y un guisado de camarones en hojas de laurel (este condimento es muy popular en el sur de China) y el típico arroz. Una vez satisfechas y dejando probablemente más de la mitad de la porción en la mesa, el chofer nos llevó al centro de la ciudad.

Resulta ser que Guangzhou (Cantón), situada sobre el río de las Perlas, es la ciudad más importante del sur de China. Su posición estratégica, muy cerca de Hong Kong, ha permitido que la ciudad se desarrolle con extrema rapidez ya que fue el principal punto de salida de los emigrantes chinos durante los siglos XIX y principios del XX. Como muestra de su importancia económica y financiera, les comparto que la Feria China de Importación y Exportación, también llamada «Feria de Cantón», se inauguró en 1957 y aún se celebra cada año en abril y octubre por el Ministerio de Comercio. Por otra parte, fue la sede de los Juegos Asiáticos de 2010, acontecimiento regional previo a los Juegos Olímpicos.

Con pena debo decir que hubo poco tiempo para ver Cantón pero lo que vimos fue toda una sorpresa. Visitamos el amplio centro de la ciudad donde se encuentran sus edificaciones modernas más impresionantes. La primera, el Centro Financiero Internacional de Cantón (2008) que tiene 103 pisos y se utiliza como un centro de conferencias, hotel y edificio de oficinas; la segunda, la Torre de televisión de Cantón terminada en 2010 justo para los Juegos Asiáticos y que, con 600 metros de altura, es la segunda torre de telecomunicaciones más alta del mundo. Tratar de abarcar semejante altura con la cámara estuvo literalmente en chino pero lo logramos…

Caminamos un muy buen rato por los alrededores admirando la modernidad de esta ciudad y escuchando a Victoria contarnos sobre el desarrollo vertiginoso de la misma. Y concluimos que deben ser pocos los turistas que se detienen un rato en Cantón antes de partir a Hong Kong pues unas chicas nos detuvieron utilizando los servicios de Victoria como intérprete para pedirnos si podrían fotografiarse con nosotros… ¡es extraño sentirse una celebridad occidental en este cerrado mundo oriental!

Llegado el momento, volvimos al auto para emprender el camino hacia el muelle. Nos despedimos de Victoria quien nos ayudó a registrarnos y nos indicó cómo hacer para que nos sellaran los pasaportes y encontrar nuestros asientos en el enorme, conglomerado ferry hacia Hong Kong. Por supuesto, pusimos atención a las indicaciones de la tripulación, nos sentamos cómodamente y nos dispusimos a disfrutar del corto trayecto, confiando en que fuera corto y tranquilo.

Les comparto la galería:


Siguiente capítulo: Hong Kong…una ciudad “ni de aquí ni de allá”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Ojalá esta entrada haya sido de tu interés y agrado... ¡cuéntame!