China 2012,
Capítulo 1: Hacia la Sección Amarilla
Empezaré por confesar que volar a China no estuvo
jamás en el To Do del proyecto "Ser Ciudadana del Mundo" hasta que mi
hermana vio una serie en la televisión en la que una suertuda estadounidense
tiene el envidiable trabajo de reportar sus viajes... ¡experiencias pagadas al
100% por la televisora por supuesto! -nótese el desagradable verde que adorna mi
faz cada vez que ella aparece en pantalla desde un nuevo recóndito lugar.
El día que marcó nuestro destino fue un domingo en
que la mencionada conductora hizo un reportaje sobre un lugar en China donde se
tomó una foto abrazando a un oso Panda... ahí terminó la discusión sobre el
rumbo que tomaría el viaje vacacional anual.
Lo siguiente fue averiguar cómo llegar ahí y qué
más había que ver en China (efectivamente, así es como establecemos nuestras
prioridades). Pusimos manos a la obra -y a los ahorros- para solicitar
atentamente a nuestra amada agente de viajes que nos armara el itinerario
adecuado para tener tiempo suficiente de explorar algo de lo más sobresaliente
de ese enigmático y milenario país.
Mi visa |
Siendo China no solo el más poblado, sino el tercer
país más extenso del planeta (sólo le ganan Rusia y Canadá), fue complicado
elegir qué lugares visitar.
Después de oleadas de correos electrónicos,
logramos acordar un itinerario muy completo que en 15 días nos llevaría a
conocer siete lugares: Shanghai, Beijing, Xian, Chengdu, Guilin, Guangzhou y
Hong Kong.
Esta combinación nos gustó pues incluía sitios icónicos que incluían
puntos relevantes en todos los aspectos: historia, naturaleza, arte y política.
Una vez acordada la ruta y después de tramitar las
visas, emprendimos el largo viaje México-San Francisco-Shanghai el 21 de
octubre de 2012.
Próximo capítulo: ¡Nihao Shanghai!
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